viernes, 21 de junio de 2013

Violencia contra la mujer

Más que un solo golpe

“Me pegó con puños y cachetadas, me dijo que soy una p… yo no le respondí. Cuando me ahorcó yo estaba pálida, incluso mis manos estaban frías. Sin darme cuenta, él tomó un chuchillo y un martillo. Con el martillo me dio en la cabeza. No me logre defender porque me tenía de los brazos, su cintura estaba en mi rodilla. En ese instante pensé que mi aliento se acabaría en un solo segundo”

Maricruz Surita Torres de 25 años fue una víctima más de los maltratos físicos y psicológicos de gravedad. Así como ella, cuatro de cada diez mujeres en Perú han sido agredidas por sus parejas, de acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

“No pensé que la historia de mi madre se repetiría con la mía. Ella sumisa y callada soportó 15 años de violencias físicas por mi padre, ignore el dolor de ella y no hicimos nada”

Doris Argumedo, docente del Departamento de Psicología de la PUCP, afirma que el 80% de victimas de feminicidio fueron víctimas de actos de violencia previos. ¿Por qué siguen junto al agresor?  “Para mí, el objetivo final no es que termine con la pareja. Hay una serie de cambios trascendentes, nucleares y estructurales que la mujer debe lograr en relación consigo misma y en su dinámica relacional con el otro y frente al mundo, antes de poder asumir romper con todo aquello que era el núcleo de su vida” argumentó.

Las heridas cicatrizan. Pero, ¿Dónde quedó la paz, interior de una mujer? la ansiedad, depresión, estrés, baja autoestima y autoaislamiento, son una lucha difícil de superar. Además de ello, existen otras consecuencias que pasan desapercibidas y las cuales provocan un impacto económico en las empresas.

Gran parte de la literatura ha investigado el impacto de la violencia en la salud y bienestar de las víctimas. Sin embargo, recién en los años 80’ surgió  el interés por determinar los costos de la violencia naciendo una nueva perspectiva para entender la violencia contra la mujer centrado en las pérdidas económicas para las mujeres y sociedad.

Consecuencias Laborales
Los efectos han sido regulares causando pérdidas de tiempo y retrasos en el trabajo (75%) y para el 17.1% los efectos han sido mayores, afectando también la producción y el servicio, paralizando la producción y ocasionando despidos. La violencia contra la mujer es un problema social de dimensiones mundiales. Este tipo de violencia se puede dar en tres aspectos: psicológica, física y sexual.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informaciones (INEI), el 23.24% de mujeres trabajadoras remuneradas ha sufrido algún tipo de violencia por parte de sus parejas en el último año.
Los departamentos con mayor índice de violencia femenina, tanto psicológica, física y sexual, son Cuzco (37,8%), Callao (32.8%), Junín (31.8%), Apurímac (30.9%) y Ayacucho (30.1%). En los departamentos de La Libertad, Huancavelica y Callao no se han reportado casos de abuso sexual, según los datos de ENDES.
Además, la encuesta afirmó que 23 de cada 100 trabajadoras remuneradas, han sufrido violencia de sus parejas (60%) y ex parejas (40%) en el último año.  Asimismo, la violencia contra la mujer ha afectado la productividad de la empresa y retrasos en el trabajo (75%), y la producción y servicio, paralizando la producción y ocasionando despidos (17.1%). Por otro lado, según la observación de las gerencias, las trabajadoras han sufrido  distintas consecuencias laborales, principalmente disminución del rendimiento (77.2%), ausentismo laboral (70.9%), rotación de personal por despido o renuncia (35.4%), tardanzas (60.8%), así como amonestaciones laborales (34.2%).

El impacto de la violencia contra la mujer en la productividad laboral
{ Existe una relación directa entre la violencia contra las mujeres y las consecuencias laborales reportadas por las propias trabajadoras.
{ El 61.6% de mujeres víctimas de VCM durante el último año, resulta haber sufrido alguna consecuencia laboral negativa.
{ El 41.1% de mujeres encuestadas refiere que como consecuencia de la violencia han perdido la concentración en el trabajo, bajando su rendimiento.
{ Otro, 30.2% refiere haber recibido regaños o amonestaciones de sus jefes o supervisores
{ El 27.2%, ha llegado tarde o perdido citas laborales
{ El 20.5% ha dejado de trabajar algunos días y el 2.7% ha perdido su empleo por despido o renuncia.










Estas víctimas pierden días laborales no solo por ausentismo, también por presentismo.  Este promedio cuenta con la cifra promedio, casi 24 días laborables por año. Prácticamente un es de trabajo. Es decir, cada año en el Perú, producto de la violencia contra las mujeres, las mujeres están dejando de trabajar más de 10 millones de días; donde el 60.3% proviene del presentismo, y el 39.7% del ausentismo.
Centro de emergencia Mujer

Existen 114 centros de emergencia mujer (CEM) a nivel nacional que reciben diariamente entre ocho y diez denuncias de violencia contra la mujer, y la mayor cantidad de casos ocurre en Lima, por ser la ciudad más poblada del país. Virginia Borra, titular del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes), anotó que el 68% de las mujeres peruanas ha sido blanco de violencia física o verbal alguna vez en su vida. La mujer que acude a un CEM busca ayuda para mejorar su relación y modificar el comportamiento violento de su pareja, y no tiene pensado denunciarlo o separarse de él.

Todo lo anterior es, desde luego, cambiable. Y muchas (y también muchos) han luchado por ello. Combatiendo la violencia estructural con la búsqueda de igualdad de oportunidades y condiciones; luchando contra la violencia simbólica a partir de la visibilización y erradicación de concepciones y estereotipos sobre las mujeres (y los hombres); remando a contracorriente de las acciones y omisiones de las instituciones públicas y privadas; y luchando diariamente en contra de todo tipo de violencia cotidiana, exigiendo respeto e igualdad, manifestando dignidad. Hay muchas violencias, todas provocan sufrimiento, niegan la humanidad. Pero también hay muchas luchas que buscan una vida pacífica, digna y justa y que afirman la humanidad.”

Ciencias de la comunicación- III ciclo
Alumnas:
Castro Villano, Meylinn
Escudero Mejia, Cynthia

Puchuri Luna, Celi

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